Martes 28 de abril de 2015, por Inés Hayes *
El 17 de abril se realizó en Buenos Aires la Jornada Nacional de Salud Laboral en el auditorio de ATE Nacional. Participaron 180 compañeros de 17 provincias. Por primera vez se contó con una importante presencia del sector privado: salud, telefónicos, neumático, entre otros. La Jornada, como todos los años,se hizo bajo la advocación de los muertos y heridos en ocasión del trabajo, cuyo día mundial se conmemora el 28 de abril. ACTA dialogó con Jorge Yabkowski, presidente de FESPROSA sobre el contenido y los alcances del encuentro.
-Uno de los paneles de apertura fue sobre la nueva Ley de Riesgos del Trabajo, a dos años y medio de su promulgación, ¿qué ha cambiado desde entonces y qué está pendiente?
La primera mesa del encuentro evaluó los cambios producidos a partir de la reforma de la ley de Riesgos del Trabajo sancionada en octubre de 2012. Se señaló que la misma fue redactada por Britos y De Mendiguren (Asociación de Bancos y UIA) y sostenida en el recinto por el Frente para la Victoria y el PRO. La alianza del oficialismo y el macrismo bloqueó el tratamiento del proyecto de la CTA impulsado por Victor de Gennaro e impuso una adecuación de los montos indemnizatorios que sólo buscaba eludir los fallos de la Corte que habían puesto en jaque a la ley menemista (24557).
-Otro de los temas tratados fue el de las ART, es claro que la salud de los trabajadores sigue siendo una mercancía y no un derecho, ¿cómo se está trabajando desde la CTA para revertir esta situación?
El profesor Cornaglia abrió el debate con una exposición histórica y doctrinaria, una de cuyas principales conclusiones fue que el régimen de ART tiene como único objetivo tercerizar la responsabilidad estatal y sobre todo la patronal frente a la enfermedad, el accidente y la muerte producidas por el trabajo.
Por su parte, el profesor Marcelo Amable sostuvo que en números absolutos en el país ocurren 1000 muertes por año por accidentes de trabajo. Estas cifras, sin embargo, no son confiables por dos razones: abarcan sólo a los trabajadores en blanco y son proporcionadas por las mismas ART. El número real, entonces, puede ser mucho mayor. A su vez Amable subrayó que según la superintendencia y las ART prácticamente no existen las enfermedades laborales (profesionales) en la Argentina. En tanto se admite a nivel mundial que por cada dos accidentados hay ocho enfermos de causa laboral, en la Argentina la proporción se invierte: dos enfermos cada 8 accidentados.
La verdadera situación es que las ART dejan totalmente desprotegidos a los trabajadores que sufren enfermedades relacionas con el trabajo. Estos acuden a la seguridad social y al sector público para atenderse. La nueva ley no hizo nada para mejorar la prevención y la atención de los trabajadores.
A su turno Tomás Raffo señaló que el mercado de las ART sigue creciendo y concentrándose. De 33 empresas que había en 2012 quedan sólo 22 y 7 de ellas acaparan el 80% del mercado. Sus ingresos crecieron un 50% por encima de la inflación real. Eludiendo sus responsabilidades legales en materia de prevención y prestaciones, la tasa de ganancia de las ART roza el 20% anual.
En definitiva la nueva legislación confirmó en sus dos años y medio de vigencia su origen patronal: favorece a los empresarios y los bancos y va contra los trabajadores.
-También se habló del "desgaste laboral" y de los avances en la legislación, fruto de la lucha y organización de los trabajadores, ¿qué se puede decir al respecto?
En la segunda mesa Viviana García (CICOP-FESPROSA) y Vanina Rodríguez (ATE) expusieron sobre el proceso en el sector de salud de la provincia de Buenos Aires. CICOP realizó dos trabajos: el primero, una investigación sobre la salud de los trabajadores de salud junto a la Universidad de Lanús encuestando 1100 trabajadores. El segundo, junto a la Universidad de Avellaneda, en base a talleres en más de 20 hospitales bonaerenses.
Las conclusiones permitieron avalar la tesis por la cual el trabajador de salud, en particular el que está a cargo del cuidado directo del paciente, sufre un stress laboral crónico al cual se denomina "desgaste profesional". Este nuevo concepto supera al de insalubridad y enfrenta la concepción de monetizar el riesgo. Las expositoras informaron sobre las negociaciones en curso con el gobierno que de culminar exitosamente reducirían la edad jubilatoria y modificarían las condiciones de trabajo insalubres, comenzando por la eliminación de las guardias de 24 horas.
En la tercera mesa el equipo multidisciplinario de ATE Capital expuso sobre su experiencia de trabajo en el apoyo a los afiliados que sufren violencia laboral de distinto tipo. Los compañeros de ATE INDEC presentaron un modelo de encuesta para cuantificar hechos de violencia en los lugares de trabajo.
La mesa de cierre contó con la participación de "Beto" Galeano (ATE Nacional), Edgardo Castro ( ATE Capital), Matías Dreizik (ISLyMA Córdoba) y Orlando Restivo (CICOP-FESPROSA). En la misma se socializaron y analizaron diversas experiencias de intervención de los equipos de salud laboral y su influencia en la organización de los trabajadores.
-¿Cuáles fueron las conclusiones y el campo de acción que dejó el encuentro?
Una de las principales conclusiones que arrojó la Jornada es que la lucha por la mejora de las condiciones de trabajo forma parte sustancial de la actividad de nuestros sindicatos y de la CTA. Lejos de competir con la lucha salarial, la salud laboral articula y potencia el programa reivindicativo y favorece la organización democrática en el lugar de trabajo.
En este año electoral, la CTA y sus organizaciones deben interpelar a los candidatos para que expongan su posición frente al régimen de ART, herencia insepulta del menemismo que engorda las ganancias del capital financiero a costa de la salud de los trabajadores.
* Equipo de Comunicación de la CTA