Asistimos a una enorme crisis en el sistema de seguridad social y de la medicina prepaga. En un contexto de alta inflación y caída del salario real, los empresarios de salud que se han enriquecido con la pandemia buscan mantener su tasa de ganancia. En este escenario, la propuesta es generalizar el copago, empobreciendo aún más a los y las usuarias del sistema de salud.
Las obras sociales
sindicales, manejadas por dirigentes empresarios, las obras sociales
provinciales y el PAMI se valen de decenas de miles de profesionales que apenas
pueden llegar a fin de mes. Frente a ello, la solución que han propuesto
algunas entidades científicas y colegiadas es generalizar el copago. Ello lo
único que hará es, por un lado, empobrecer más aún a la población usuaria, y
por otro, salvar los negocios de los actores poderosos del sistema. Todo ello,
exculpando a un Estado que con sus políticas de salud hunde al hospital público
y los centros de atención primaria con presupuestos miserables, mientras
subsidia con exenciones impositivas al sector privado.
En un panorama de por
sí complicado, la inflación del 12% mensual y el retraso en los pagos por parte
de los financiadores hizo que el sistema terminara de estallar. La Federación
Sindical de Profesionales de la Salud (Fesprosa) dice con toda claridad que la
salida sigue siendo la creación de un sistema universal, en el cual esté
garantizada la calidad y la gratuidad en la promoción, prevención y atención de
la salud.
Hace tiempo que venimos
denunciando el aumento del peso del gasto de bolsillo en el gasto total de
salud. Todos los organismos sanitarios internacionales señalan que no hay
política sanitaria pública que triunfe si no elimina los copagos. Transcribimos
a continuación una de las recomendaciones de la reunión internacional de alto
nivel de Naciones Unidas sobre salud, realizada en Nueva York la semana pasada.
“(…) eliminar los pagos directos, de bolsillo, por parte de los usuarios
de los servicios, incluyendo toda forma de copago…”. Es responsabilidad del
Estado nacional aumentar la cantidad y la calidad de la oferta de servicios
gratuitos de salud, fortaleciendo al sistema público estatal. En lo inmediato, deberá
intervenir para que no sean ni los usuarios ni las y los trabajadores
profesionales los que paguen los platos rotos de la crisis sanitaria.
Contacto de prensa:
📲 Ignacio Marchini: +54 9 11 3661-9532
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