El miércoles 17 de septiembre el presidente Milei sufrió la derrota parlamentaria más grande que haya experimentado un gobierno democrático. Ahora comienza una nueva etapa de lucha, en la que la Fesprosa se hará presente. Como lo hizo siempre.
La votación que terminó 181 a 60, con el cual la Cámara de Diputados insistió en la sanción de la Ley de Emergencia Pediátrica, significó también el punto más alto de defensa de la salud pública en el sistema institucional. Mientras la sesión tenía lugar, el pueblo copaba las calles de toda la Argentina.
La lucha del Garrahan, acompañada por el conjunto de la comunidad sanitaria y la sociedad, con más del 90% de apoyo en todas las encuestas, fue un factor determinante en esa derrota o, mejor dicho, en ese triunfo de las fuerzas sanitarias progresistas y democráticas.
Fesprosa estuvo junto al Garrahan desde el minuto cero del conflicto. Las imágenes federales del 17S son testimonio del aporte que nuestra Federación ha hecho para hacer de esa lucha una causa nacional.
Desde el momento en que se lanzó como candidato, Javier Milei expresó su intención de destruir el sistema público de salud y reemplazar la financiación de los 1700 hospitales y 6000 unidades sanitarias (que atienden a veintitrés millones de argentinos sin cobertura) por un sistema de vouchers. Fesprosa hizo público su rechazo a esta propuesta a mediados de 2023.
Milei cumplió la primera parte de su promesa. Desfinanció al Instituto del Cáncer y luego lo cerró. Provocó sesenta muertos en la DADSE por la falta de entrega de medicación. La ausencia de controles, responsabilidad del ministro Lugones, determinó cien muertes en la crisis del fentanilo. Suprimió el programa de prevención del embarazo adolescente. Dejó de transferir a las provincias los insumos para los programas de salud sexual y reproductiva. Cerró el programa de apoyo para enfermos terminales a través de los cuidados paliativos, recortó la provisión de medicación para patologías de alta sensibilidad como HIV, tuberculosis y hepatitis C. Despidió doscientos cincuenta trabajadores del Posadas. Destruyó el Hospital Bonaparte con despidos masivos y desactivación de áreas, desarticuló más de sesenta direcciones en el Ministerio de Salud, recortando, por ejemplo, las acciones de los programas de vacunación, y atacó, en toda la línea, la Ley de Salud Mental. Liberó los precios de los medicamentos y recortó la entrega de remedios gratuitos en el PAMI. Intervino obras sociales como Osprera para saquear sus fondos, a beneficio de la camarilla gobernante.
Es decir, Milei y Lugones cumplieron la primera parte de su programa: la destrucción del hospital público. La segunda, los vouchers a los pacientes y los usuarios para que pudieran atenderse donde ellos quisieran, jamás aparecieron.
La promesa de cambiar el subsidio a la oferta por el subsidio a la demanda, según la filosofía del Banco Mundial, terminó simplemente en un ajuste salvaje para ahorrar fondos y pagar la deuda al Fondo Monetario y a los acreedores externos.
Hoy, el plan que justificó todas esas tropelías en nombre del ajuste fiscal hace agua, asediado por la crisis financiera y los escándalos de corrupción.
Como Fesprosa, tenemos por delante el desafío del 2 de octubre, donde seguramente el rechazo al veto será mayoría en la Cámara de Senadores. Luego, la ley debería promulgarse y entrar en vigencia. Nos preguntamos, ¿el COFESA, dirigido por Lugones, ahogado en la crisis del fentanilo, va a cumplir con lo que la ley ordena de recomponer el salario de los miles de pediatras y trabajadores de la salud que atienden a los niños en toda la Argentina? ¿Va a recomponer el salario de los residentes a los cuales ha echado al pozo de la precariedad, a través de un chantaje económico deleznable?¿ La ARCA recibirá la instrucción de desgravar ganancias, como lo indica la ley? Escuchando las declaraciones de los funcionarios y viendo sus actos, lo más probable es que no lo hagan.
Entonces empezará una nueva etapa en la lucha, donde Fesprosa estará, como estuvo junto al Garrahan y todas las luchas provinciales. Una lucha para que la ley se cumpla. Una lucha para restaurar los daños que Lugones hizo al sistema sanitario. Lo haremos junto al Cabildo Abierto, el Frente de Gremios Estatales y todas las instancias unitarias que nos permitan seguir en las calles, única garantía de avanzar.
Falta un siglo para el 2027 y los cambios no pueden esperar.
Contacto de prensa:
📲 Ignacio Marchini, prensa Fesprosa: +54 9 11 3661-9532
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