La presidenta de Fesprosa, Fernanda Boriotti, expone el estado actual del sistema sanitario nacional. “Éramos héroes pero a la hora de tomar decisiones políticas dejamos de ser esenciales. Revertir la situación requiere de una gran decisión política”, sostiene.
En Rio Negro, como intento de salida al conflicto con los trabajadores nucleados en ASSPUR-FESPROSA, el gobierno realizó una oferta por fuera de la paritaria: 70% del dinero ofertado iba para un grupo de mil médicos y los otros 6.700 trabajadores se llevaban apenas el 30%. Como resultado de ello solo un pequeño sector se veía beneficiado. Las asambleas rechazaron por unanimidad dicha oferta interpretando que era una provocación.
La oferta de Rio Negro no fue inocente. Destruir los equipos de salud y la solidaridad interna para negociar es algo que llevan adelante muchas provincias y municipios con la complicidad del Ministerio de Trabajo y del Ministerio de Salud de la nación. Hoy mismo, en Chaco, asistimos a una rebelión de los trabajadores de APTASCH-FESPROSA porque Capitanich repitió casi milimétricamente el desaguisado de la gobernadora Carreras de Rio Negro. Realizó una oferta salarial diferencial para los médicos ignorando a todo el resto de los profesionales, a las tecnicaturas y al equipo de salud en su conjunto. También en Chaco el objetivo es quebrar la resistencia de los trabajadores de la salud que hace más de tres meses están en la calle exigiendo negociación colectiva.
Podriamos pensar que lo de Chaco y Rio Negro es una casualidad, sin embargo no es así. Una oferta similar fracturando a los equipos sanitarios acaba de ocurrir en Mendoza con los anestesistas. El problema de anestesia viene de largo. Los gobiernos optaron por aceptar el chantaje de las Asociaciónes de Anestesia sacando a los especialistas de las carreras sanitarias y negociando con estas asociaciones como proveedora tercerizada de servicios. El tema de anestesia es reiteradamente discutido en el Consejo Federal de Salud pero ningún ministerio nacional ni ningún gobierno provincial se ha atrevido a encararmedidas para resolver el problema.
Neuquén tiene el orgullo de tener un sistema de salud con niveles de complejidad que van desde la salud rural hasta los hospitales de mayor envergadura. El 80% de los profesionales trabaja full time. Este full time permite que no exista colisión de intereses entre los que trabajan en el sector público y el sector privado, logrando brindar una atención de excelencia aun en las difíciles condiciones del sistema sanitario público actual. Sin embargo, por presión corporativa de algunos gremios del Estado, el gobierno se niega a tratar una carrera profesional que proteja el full time y, por el contrario, fomenta estímulos diferenciales para quienes abandonan la modalidad de la dedicación exclusiva a través de ofertas de trabajo part time que les permitan ejercer en el sector privado. Hoy en día muchos especialistas con menos carga horaria a través de estímulos perversos ganan más que quienes dedican su vida al hospital público. Esto tampoco es inocente.
Rodríguez Larreta se ha hecho famoso por no incorporar al colectivo de enfermería a la carrera sanitaria. El colectivo de enfermería sigue luchando para su reconocimiento profesional. Pero esto no pasa solamente en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, tenemos el municipio de San Isidro y la provincia de Santa Fe con una situación similar. En esta última se agregan centenares de profesionales que aún con título, nombramiento y función como parte activa del equipo de salud hoy no son reconocidos y cobran como administrativos. SIPRUS Fesprosa se moviliza frente a la sordera del gobierno de Perotti.
Otros métodos perversos de fragmentar los equipos lo hemos visto a lo largo de los últimos años en provincias como Santa Cruz o Catamarca. No existe una diferenciación oficial sino una gran caja negra, que en Catamarca llegó a ser la mitad de la masa salarial, donde se pagan como prebendas guardias inexistentes. En Santa Cruz, en su momento, el gremio de la FESPROSA publicó este festival de guardias prebendarias donde algunos directores de centros de salud o gente afín al gobierno cobrabanen un mes 35 guardias de 24 horas (en Santa Cruz al igual que en el resto del planeta los meses tienen 31 días como máximo). Catamarca llegó a destinar casi la mitad de la masa salarial a guardias truchas para satisfacer los pactos sostenidos con algunas especialidades críticas. Ahí no hay una diferenciación oficial, todo se hace por debajo de la mesapero con la misma decisión política.
Hablemos entonces del Estado Nacional. El Estado Nacional nunca ha planteado la situación salarial que destruye a los equipos de salud en el Consejo Federal de Salud. Desde que empezó a funcionar el COFESA nunca estuvo en su agenda la política de recursos humanos aun cuando si loestá en sus funciones legales. ¿Quiénes impiden esto? Obviamente la indolencia de los ministros de salud nacionales y la resistencia de los ministros de salud de provincia que promueven en cada uno de sus territorios políticas de fragmentación. Por eso tampoco el gobierno nacional se atreve a llamar una paritaria nacional de salud que comience a ordenar este caos porque, sin la menor duda, van a tener que salir a la luz situaciones non sanctas validadas por ministros, gobernadores e intendentes. El ex ministro Manzur, el ex ministro Ginés, el ex ministro Gollán, el ex ministro Lemus, el ex ministro Rubinstein, y la actual ministra Vizzotti tienen en común el triste galardón de no haber convocado a la paritaria nacional de salud. Tampoco hicieron nada para desprecarizar al 84% de los profesionales de los hospitales y centros de salud nacionales que hoy están con contratos temporarios. Los que están en blanco, en poco tiempo van a jubilarse y entonces tendremos el raro orgullo de que el 100% de los profesionales del Posadas, el Sommer y demás establecimientos nacionales serán trabajadores precarizados.
En el poder legislativo los proyectos reparativos con el personal de salud duermen el sueño de los justos. En su momento se archivó el de 82% móvil para el equipo de salud presentado por la diputada Iturraspe, y hoy duermen el sueño de los justos dos proyectos (uno del Frente de Todos y otro de Juntos por el Cambio) para realizar un cómputo diferencial jubilatorio para los trabajadores de salud que enfrentaron la pandemia. Éramos héroes pero a la hora de tomar decisiones políticas dejamos de ser esenciales.
En este breve raconto tratamos de ejemplificar las situaciones más enojosas de destrucción de los equipos de salud .No son las únicas. Carreras sanitarias y regímenes salariales diferenciales los hay también en Córdoba, San Juan y otras jurisdicciones. Digamos que de esta fragmentación y caos en las remuneraciones de los equipos de salud no se salva nadie.
Revertir la situación requiere de una gran decisión política, en el Ministerio de Salud, en el Ministerio de Trabajo, en la propia Presidencia de la Nación, en el Consejo Federal de Salud. Tendremos que enfrentar con seguridad nuevos desafíos tan severos como los del Covid-19, quizás peores.
Es imprescindible entonces preparar equipos de salud con salarios justos y condiciones laborales dignas.
El momento es ahora. Hay que actuar antes de que sea tarde.
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