sábado, 5 de octubre de 2019

EL DESASTRE DE MERCEDES: ES URGENTE UN PLAN NACIONAL DE REDUCCIÓN DEL USO DE AGROTOXICOS EN CAMINO HACIA SU ELIMINACIÓN

Argentina es el mayor consumidor de agrotóxicos por habitante del planeta. Más de 400 millones de litros por año, más de 10 litros por habitante. La contaminación de las aguas superficiales y subterráneas, de los suelos y los alimentos con productos que impactan en la salud humana están llevando a una situación sin retorno. Ni los controles en el almacenamiento y la distribución, ni las llamadas “buenas prácticas agrícolas” son paliativo alguno cuando por su volumen e intensidad el uso de agroquímicos desborda toda racionalidad ecológica. La fumigación de escuelas defendida por el gobernador de Entre Ríos y el presidente Macri es apenas la punta del iceberg de un fenómeno más profundo, la expansión sin control del envenenamiento del agua, el aire y el suelo argentinos.

La explosión de la planta de Mercedes no es solo entonces el resultado de la debilidad en los controles estatales. Ante la resistencia al principal herbicida, el glifosato, cancerígeno prohibido ya en decenas de países, los dueños del complejo de cultivos transgénicos con agroquímicos van introduciendo nuevas drogas, más potentes y letales. El 2,4 d, el glifosinato y ahora el Paraquat de la familia de los chlorpirifos.La planta de Mercedes fabricaba el 40% del Paraquat que se comercializaba en el mercado argentino. Y tenía en la misma planta incendiada depósitos de glifosato y bio diesel.

No hay inspección municipal, provincial o nacional que alcance ante semejante desborde. Desde 1996, año en que el presidente Menem y el secretario de Agricultura Felipe Sola autorizaron los cultivos transgénicos, el problema no dejó de crecer y TODOS LOS GOBIERNOS, argumentando la necesidad perentoria de divisas provenientes de la exportación agroindustrial, hicieron la vista gorda .El agotamiento del modelo es tal, que muchos productores emprendieron por su cuenta la transición hacia la agroecología, convirtiendo, sin apoyo estatal, a Argentina en el segundo productor agroecológico del mundo luego de Australia.

 El tema está hoy ausente del debate presidencial. El FMI pide dólares y advierte que las fuentes inmediatas que lo generan, fracking, megaminería y el complejo agroindustrial, son intocables. Si no hay un viraje dramático el mediano plazo que se avizora es de una Argentina sufriendo los incendios y terremotos de Vaca Muerta, los derrames de cianuro de Veladero y la nube de agrotóxicos del complejo agroindustrial, una Chernobyl silenciosa, inundando aguas, contaminando el aire y el suelo. El desastre de Mercedes no debe ser silenciado. Hay que empezar ya a discutir un nuevo modelo productivo sustentable.

Colectivo Sanitario Andrés Carrasco

Red de Médicos de Pueblos Fumigados

CICOP-Fesprosa- Seccional Mercedes

Contactos para prensa:

Medardo Avila, de la Red de Pueblos Fumigados: 351-5915933
Gonzalo Moyano, integrante del Colectivo Sanitario Andrés Carrasco:
11-55962742

No hay comentarios:

Publicar un comentario